Por qué no estamos de acuerdo

Por qué no estamos de acuerdo #

15 de Septiembre, 1893


Te contaré una pequeña historia. Usted ha escuchado al elocuente orador que acaba de terminar decir: “Dejemos de abusar unos de otros“, y lamentó mucho que siempre haya tanta diferencia. Pero creo que debería contarles una historia que ilustraría la causa de esta variación.

Una rana vivía en un pozo. Había vivido allí durante mucho tiempo. Nació allí y se crió allí. Y, sin embargo, era una ranita pequeña. Por supuesto, los evolucionistas no estaban allí para decirnos si la rana perdió los ojos o no, pero, por el bien de nuestra historia, debemos dar por sentado que tenía sus ojos y que todos los días limpiaba el agua de todos los gusanos y bacilos que vivían en él con una energía que daría crédito a nuestros bacteriólogos modernos. De esta manera continuó y se volvió un poco lustroso y gordo. Bueno, un día llegó otra rana que vivía en el mar y se cayó al pozo.

“¿De dónde eres?”

“Yo soy del mar”.

“¡El mar! ¿Qué tan grande es? ¿Es tan grande como mi pozo?” y dio un salto de un lado del pozo al otro.

“Amigo mío”, dijo la rana del mar, “¿cómo comparas el mar con tu pequeño pozo?”

Entonces la rana dio otro salto y preguntó: “¿Es tu mar tan grande?”

“¡Qué tontería dices, comparar el mar con tu pozo!”

“Bueno, entonces”, dijo la rana del pozo, “nada puede ser más grande que mi pozo; no puede haber nada más grande que esto; este tipo es un mentiroso, así que deséchalo”.

Esa ha sido la dificultad todo el tiempo.

Yo soy hindú. Estoy sentado en mi propio pequeño pozo y pensando que el mundo entero es mi pequeño pozo. El cristiano se sienta en su pequeño pozo y piensa que el mundo entero es suyo. El mahometano se sienta en su pequeño pozo y piensa que es el mundo entero.

Tengo que agradecerles a los estadounidenses por el gran intento que están haciendo para derribar las barreras de este pequeño mundo nuestro, y espero que, en el futuro, el Señor los ayude a lograr su propósito.