Conclusión

Capitulo X: Conclusión #

Cuando se alcanza el ideal más alto del amor, se descarta la filosofía; Entonces, Quien cuidara de esto? Libertad, Salvación, Nirvana — todo se descarta; A quien le importa ser libre mientras se disfruta del divino amor? «Señor, no quiero riquezas, ni amigos, ni belleza, ni aprendizaje, no quiero incluso libertad; solo quiero que me dejes nacer una y otra vez, y tu serás siempre mi amor, tu seras siempre y para siempre mi amor». «A quién le importa volverse azúcar?» Dice el Bhakta, «Yo quiero probar el azúcar.» Quien desea entonces ser libre y unirse a Dios? «Yo se que yo soy el; sin embargo me alejare de Él y seré diferente, para que pueda disfrutar de el Amado.» Esto es lo que el Bhakta dice. El amor por amor es su mayor gozo. Quien no se ataría mil veces de pies y manos para disfrutar del Amado? El Bhakta no se preocupa de nada sino del amor, se preocupa para amar y ser amado. Su ingenuo amor es como la marea corriendo hacia el río; El amor del Bhakta va hacia río contra la corriente. El mundo lo llama loco yo se de aquellos que suelen llamarlo loco, y esta fue su respuesta: «Amigos, el mundo entero es un asilo lunático, algunos están locos por el amor mundano, algunos por el nombre, la fama, el dinero, algunos por la salvación y su ida al cielo. En este gran asilo lunático yo tambien estoy loco, yo estoy loco por Dios. Si tu estas loco por el dinero, yo estoy loco por Dios. Tu estas loco; entonces también yo lo estoy. Creo que mi locura es después de todo la mejor.» El verdadero amor del Bhakta es una ardiente locura ante la cual todo desaparece para Él. Todo el universo está de lleno de amor y de un solo amor; es asi como aparece a El amante. Entonces, cuando un hombre tiene su amor puesto en Él, se hace eternamente bendito, eternamente feliz. Esta locura bendita del divino amor sólo puede curar para siempre la enfermedad del mundo que está en nosotros. Con el deseo, el egoísmo ha desaparecido. Se ha acercado a Dios, y ha dejado a un lado todos los deseos superficiales de los cuales estaba lleno antes.

Tenemos que comenzar como dualistas de la religión del amor. Dios es para nosotros un ser separado, y sentimos que también estamos separados. El amor entonces se centra, y el hombre comienza a acercarse a Dios, y Dios también se acerca mas y mas al hombre. El hombre recoge las múltiples relaciones de vida, como la del padre, madre, hijo, amigo, maestro, amante, y las proyecta en su ideal del amor, en su Dios. Para el Dios existe como todas estas cosas, y su progreso alcanza su punto final cuando él siente que se fusionó absolutamente en el objeto de su adoración. Comenzamos con el amor propio, pero las injustas quejas de los pocos / pequeños egoístas hacen incluso el amor egoísta. Sin embargo, al final viene la resplandeciente luz, en la que este pequeño egoísta parece haberse convertido en uno solo con el infinito. El propio hombre se transformó en el presente de esta luz de amor, y por último se da cuenta de la verdad hermosa e inspiradora que El amor, El amante y El amado son Uno.